BREVIARIO HISTÓRICO

PLAZA de la RESTAURACIÓN

CRONOLOGÍA SINTÉTICA de su DESARROLLO URBANÍSTICO
  Delineado el Pueblo Restauración por el Coronel de Ingenieros Don José María Reyes, quedó -entre el Colegio [hoy Hospital Pasteur] y la Iglesia- un espacio cedido por Don Tomás Basáñez para plaza pública.

  Su primitivo aspecto era el de un campo con un estanque central. Ni un cantero, ni un árbol, ni cerco. Así fue en los primeros años. Ese espacio constituye nuestra Plaza de la actualidad.

  En él se daban cita un conjunto abigarrado de caballos y chivas. Recién en 1865 tuvo lugar en ese espacio la primera plantación. Fueron colocados de una sola vez, 256 árboles. Ni uno sólo de ellos vivió hasta nosotros.

   Entonces, carecía de nombre oficial, aunque era conocida popularmente como Plaza de la Iglesia.

   Pasado un tiempo, época que no se puede precisar, fueron demarcados canteros, hasta que adquirió el aspecto con que se la conoció en 1892, en que hubo una modificación en el arbolado. El Dr. Antonio Parsons, la Sra. Graciosa R. de Raissignier y los Sres. Pablo Amaya, Vicente Marrupe, José Arrizabalaga y Gumersindo Blanco donaron plantas para los canteros.


  
 Muchos de los árboles plantados entonces, eran acacias. En el centro de la Plaza había un farol a gas. En las cuatro esquinas, faroles más chicos que el central. Alrededor de ese farol principal tocaba la Banda de Artillería ligera, que tenía como director a Vicente Miraglia y como sub director a Domingo Fabregat. Aún no tenía nombre oficial.


En 1867, siendo Presidente de la República el Gral. Venancio Flores, pasa a denominarse oficialmente Plaza "San Agustín". Las calles que la rodean también iban a cambiar sus nombres, que venían desde la nomenclatura adoptada para el Pueblo Restauración, en 1849.

En 1895 restauró la Plaza don Ernesto Racine, hermano de don Carlos, el gran arquitecto paisajista francés. Los árboles, plantados casi todos ellos de manos de Setaro, eran pinos, cipreces, palmas y cedros.

Se quitó el farol central y se instaló una fuente que, en los primeros tiempos, fue tomada como piscina por los muchachos de la época, a tal punto que se ordenó y se colocó en el fondo de la misma "una siembra de fondos de botella" para calmar los impulsos marinos de los acalorados jóvenes de la Villa de La Unión de fines del siglo XIX.

La Plaza estaba cerrada por una verja, y bloqueada la vista interior por arbustos, observándose en el costado sur un conjunto de corpulentos ceibos. Puede decirse que era "hermana gemela de la Plaza Zabala".

En 1897 recibió nueva denominación: Plaza “21 de Setiembre”. En 1905 cambió su denominación por la de “Juan Carlos Gómez” en homenaje a la trayectoria de este hombre público por su destacada labor como ministro, periodista y escritor hasta 1923, en que tomó el nombre de “Cipriano Miró”, como reconocimiento al militar argentino que se radicó en el Pueblo Restauración, habiéndose alineado a las órdenes de Oribe durante la Guerra Grande.

En 1925 sufrió otra transformación por la que, según las crónicas de la época, perdió parte de su encanto: se quitó la verja, fueron arrancados, entre otros árboles, los añosos ceibos, los viejos guayabos, los arbustos que rodeaban los macisos centrales.

En diciembre de 1996, por resolución de la Intendencia Municipal de Montevideo, se le otorga el nombre actual: “Plaza de La Restauración” – valorándosele de esta manera como centro del Casco Histórico de la Unión– perpetuando entonces, el nombre del Pueblo como conformación urbana de cuya evolución deviene nuestro barrio.

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[fuente: "Villa de La Unión", editorial Albatros, 1937]